domingo, 9 de octubre de 2011

Cultura vs cultura

                               Energía alternativa: una nueva misión

   La necesidad en nuestro país es urgente; sin embargo, la difusión de este sistema natural y de bajo costo es escasa, y los medios empleados para tal difusión evidentemente no están al alcance de las familias que queremos favorecer. Los comprometidos con estas familias, con el medio ambiente, y los que tenemos acceso a estos medios podemos viajar con esta maleta informativa a lugares aptos para sembrar esta sencilla tecnología.

   El biodigestor, un contenedor cerrado y hermético, es un sistema natural que aprovecha la digestión anaerobia de las bacterias que habitan el estiércol y otros deshechos orgánicos. Podemos encontrar variada información y testimonios  acerca de este proceso de fermentación anaeróbica (metanogénesis), producción de biogás, biodigestor, reactor, biofertilizantes, energía renovable, buscar en paises pioneros en esta tecnología, etc.; detalles científicos y técnicos que nos abrirán una puerta increible hacia el uso de recursos autóctonos. Existen diferentes modelos de biodigestor, construídos en relación a las diferentes necesidades y economía. Me inclino por las mangas de geomembrana de polietileno  por ser de fácil instalación y mantenimiento y el uso de materiales locales para su construcción, y porque tuve la suerte de participar activamente en la instalación de un digestor de este tipo en el campo experimental de bioquímica de la Universidad Nacional de Trujillo y considero que fue una extraordinaria experiencia, que se pude replicar, quizás a manera de "trabajo de hormiga" en las diferentes regiones de nuestro país. A partir de este biodigestor se está aprovechando el biogás en cocinas que se usan para preparar otros productos ecológicos, iluminación con lámparas "petromax" adaptadas, así como el fertilizante para los cultivos experimentales.

   Las familias del sector rural, propietarios de  algunos mamíferos (ganado vacuno, ovino, cuyes, cerdos) pueden aprovechar el estiércol y producir su propio combustible evitando la exposición del gas metano, uno de los principales componentes del efecto invernadero. Pueden usar también excremento humano, vísceras,  deshechos agrícolas como pajas, bagazo de caña, reduciendo el potencial contaminante, olores y  enfermedades respiratorias por inhalación de humo. Significa también que no se requiere buscar leña diariamente para cocinar, disponiendo de ese tiempo para actividades productivas, actividades familiares, sociales,  mejorando la calidad de vida de los habitantes del campo. Podemos redondear un ciclo productivo y económico: siembra con fertilizante natural, crianza de animales, uso de deshechos orgánicos para obtener combustible para cocinar, iluminar, etc..

    A nivel rural: Europa, India y China son  paises líderes en este tema. Es en India, en 1890 que se construye el primer biodigestor y a partir de 1980 tiene una rápida expansión a gran escala. En China, por ejemplo se ha conseguido con éxito por parte   del gobierno, construir en menos de 10 años
  7 000.000 de biodigestores. Sin embargo no sólo en los paises emergentes se propaga este sistema: en Alemania en 2005 el suministro eléctrico a partir de productos naturales era más del 8%. Los planes de gobierno para 2020 son llegar al 20%, incrementándose a la vez la importancia económica optando por el no uso de enegía nuclear en ninguna parte del país. En Cuba y paises de  Sudamérica como Argentina, Colombia y Brasil,  ha sido desarrollado ampliamente, en algunos casos subsidiados y regulados por el Estado. En nuestro país se instaló en 1994, en Huaycoloro (Huarochirí) la primera planta para capturar el biogás del relleno sanitario disminuyendo los residuos en los botaderos,  quemarlo en chimeneas reduciendo la concentración de gas metano (principal componente del biogás) reduciendo por lo tanto el efecto de calentamiento global.

   A nivel familiar y de pequeñas comunidades podemos esforzarnos en difundir la información, promover el aprendizaje y formar técnicos en energía alternativa, hacerles conocer objetivos y beneficios de esta sencilla tecnología amigable con el medio ambiente y beneficiosa para la salud comprometiendo a las mujeres principalmente. Asimismo podemos capacitar en el uso apropiado del combustible, de los fertilizantes ecológicos (biol y biosol), y compartir responsablemente los principios de la energía renovable, continua e inagotable. En lo posible, propagar esta tecnología a través de biodigestores demostrativos, reducir el gasto energético innecesario en las grandes ciudades, y desarrollar un concepto de ahorro del mismo ya que pronto se convertirá  en una necesidad del ser humano al margen de nuestras preferencias individuales.